lunes, 28 de noviembre de 2011

Hitler y Napoleón, ladrones del 'cordero'


El retablo de la catedral de Gante, de Jan van Eyck, es la obra más robada de la historia del arte. Despedazado, rapiñado y falsificado, en seis siglos ha pasado por decenas de manos, incluidas las de Bonaparte y el Führer, obsesionados por el saqueo artístico.


Napoleón y Hitler tenían cosas en común. Amaban el arte y se apropiaron de la misma presa, La adoración del cordero místico, una obra que ha sido botín de guerra tres veces, rapiñada, troceada y falsificada. Desde que en 1432 el pintor Jan van Eyck finalizara uno de sus cuadros maestros, el retablo de la catedral de Gante ha experimentado en sus seis siglos de existencia diversos cambios de manos.


"La pieza inició su calvario en 1566, cuando fue desmantelada para evitar los ataques iconoclastas calvinistas"

"En 1934, unos ladrones se llevaron uno de los paneles. Nunca apareció y entre 1939 y 1946 se realizó una réplica que se instaló en el retablo"

"En su delirio, Hitler pensaba que el retablo escondía un mapa en clave para encontrar los Arma Christi"


"Grande, muy grande, como un Júpiter olímpico", según el filósofo Hegel, solo la tabla principal del retablo (la que muestra la adoración) mide 134,3 por 257,5 centímetros. Junto al resto de paneles forma un rompecabezas. En el centro, el símbolo más codiciado, La adoración del cordero místico, muestra un campo lleno de figuras, santos, eremitas, clérigos, jueces honrados y ángeles que rinden homenaje a la figura divina. La compleja pieza, formada por 20 paneles de roble pintados unidos por un gran marco con goznes, comenzó su calvario en 1566, cuando hubo de ser desmantelado del altar de la catedral de Gante para escapar de los ataques iconoclastas calvinistas. Dos siglos más tarde fue trasladado a París como trofeo de guerra. En 1800, seis paneles de los laterales fueron partidos por la mitad para ser vendidos. La pieza estuvo en las garras nazis durante la Segunda Guerra Mundial, escondida dentro de una mina de sal hasta que fue "liberada" por los aliados. Hoy el altar de Gante sigue orgulloso en el lugar para el que fue creado.

Símbolos, miniaturas, cada rostro, cada mano de las que pintó Van Eyck es un tesoro que pide a gritos ser descifrado. Y a eso se ha lanzado un historiador del arte, profesor en la Universidad Americana de Roma, Noah Charney (1979, Connecticut, EE UU), con su fascinante obra de investigación, Los ladrones del cordero místico, publicada en España por Ariel.

Formado en Reino Unido, en el Courtauld Institute de Londres y en la Universidad de Cambridge, Charney saltó a la escritura ideando una novela, El ladrón de arte, que fue best seller mundial, publicado en 2007. El éxito le llevó a fundar ARCA, una asociación sin ánimo de lucro que investiga los delitos contra el arte. Charney asegura que lo que le atrajo del retablo fue "conocer que era la pieza más robada de todos los tiempos". Viajó a Gante y sus dos pasiones, "la historia del arte y la historia de los delitos artísticos", coincidieron.

De Jan van Eyck es misterioso hasta su nacimiento; unos lo datan en 1380, otros, en 1385. Fue cortesano, embajador y agente secreto al servicio de los duques de Borgoña. Pintor de obra corta solo se le atribuyen con certeza 25 pinturas. Entró en la leyenda cuando el pintor florentino Vasari le adjudicó la invención de la pintura al óleo. No era cierto, pero la técnica empleada por Van Eyck, un mago, un alquimista, explotó al máximo las posibilidades de aquella nueva mezcla de aceites y pigmentos.

El retablo de Gante, la última obra de la Edad Media y la primera pintura del Renacimiento, es, según Pilar Silva, jefa del departamento de pintura flamenca del Museo del Prado, excepcional. "Ha sido tan apreciado porque es una obra maestra. Por sus dimensiones, porque no es un retablo al uso, además es un encargo que no está hecho ni por la Iglesia ni por el duque de Borgoña, es un encargo que inicialmente se hace a Hubert van Eyck, su hermano, por Joos Vijd y su esposa Elisabeth Borluut, los mayores patricios de Gante".

Una pieza excepcional que atrae a los ladrones. Charney afirma que la historia de los robos de arte es la de la captura de los símbolos. "En los robos en los que ha estado envuelta la obra de Van Eyck muy pocos han estado motivados por un provecho económico. Los estudiosos del arte raramente debaten sobre los robos de arte como un drama psicológico humano, un tira y afloja entre la propiedad ligada con motivaciones religiosas, políticas y sociales provocadas por el arte en un camino que ningún otro objeto inanimado sostiene. El retablo de Gante es el foco ideal para examinar el fenómeno".

Uno de los más famosos hijos de Gante, el emperador Carlos V, nunca se fijó en la obra maestra de Jan van Eyck, pero sí lo hizo su hijo, Felipe II, que logró que le permitieran hacer una copia del retablo y la tuvo en uno de sus palacios, en el Alcázar de Madrid. Más tarde sació su anhelo de poseer una obra de Van Eyck cuando María de Hungría le legó el famoso retrato del matrimonio Arnolfini, hoy en la National Gallery de Londres.

Flandes era un campo de batalla para los imperios europeos. En el siglo XVIII, bajo la dominación de los austriacos, Gante volvió a conocer tiempos de esplendor. El emperador José II de Bohemia y Hungría viajó a Gante y la imagen de Adán y Eva en el retablo, tan realistas y desnudos, hirieron su sensibilidad. Ordenó que aquellos paneles fueran sustituidos por unas copias exactas en la que los cuerpos se cubrieron con pieles de oso. Al retablo le aguardaba una nueva prueba, la de Napoleón Bonaparte en su paseo militar por Europa. Cuando las tropas del general llegaron a Gante, los paneles centrales de La adoración del cordero místico fueron a parar a manos del Ejército francés y de allí, directos, al Museo del Louvre.

Vencido Napoleón, el retablo volvió a Gante, aunque duró poco en el altar. En diciembre de 1816, volvió a ser desmembrado. Aprovechando la ausencia del obispo, el vicario de la catedral de San Bavón robó los seis paneles de las alas del retablo (cada panel pesa entre sesenta y cien kilos). El avispado marchante Nieuwenhuys compró el retablo robado por 3.000 florines (unos 3.800 euros) y se los vendió a un coleccionista inglés, Edward Solly, que se los llevó a Berlín. En 1821, el rey de Prusia, Federico Guillermo III, compró toda la colección de Solly y los paneles del retablo de Gante, cortados verticalmente para que el anverso y el reverso pudieran verse desde un solo ángulo, pasaron a ser exhibidos en el Museo del Káiser en Berlín. La I Guerra Mundial trajo más peripecias para un retablo que era ya epopeya nacional. Finalizada la contienda, la iglesia de Gante recuperó los paneles laterales. En 1934, parte del retablo volvió a ser robado. En esta ocasión se llevaron el panel de los Jueces justos a caballo. Los ladrones pidieron un millón de francos belgas de rescate. Nunca apareció y en 1939 el conservador del Museo de Bellas Artes de Bruselas, Jef van der Veken, un buen pintor surrealista, especializado en los maestros flamencos del siglo XV, empezó por su cuenta a copiar el panel de los jueces desaparecidos. Van der Veken acabó la réplica en 1945 y la instaló en el retablo. Parecía auténtica. Los versos escritos en el reverso de la tabla eran todo un desafío: "Lo hice por amor / y por deber. / Y para resarcirme / tomé prestado / del lado oscuro. Firmado: Jef van der Veken".

Pero aún quedaba la última gran prueba para el cordero y su corte de ángeles: Hitler. En su delirio pensaba que el retablo guardaba un mapa en clave para encontrar los Arma Christi, los instrumentos de la Pasión de Cristo, entre ellos, la corona de espinas y la lanza. Al Führer le fascinaba el ocultismo, y buscaba el Santo Grial y el Arca de la Alianza. El gran carnicero creía firmemente que si lograba estos objetos tendría poderes sobrenaturales. El retablo de Gante era una de las piezas más anheladas, para así sacarse la espina del Tratado de Versalles que obligó a Alemania a restituirlo a Bélgica. En mayo de 1940, un enviado del ministro nazi de propaganda, Goebbels, acudió a Gante para buscar el regalo para el Führer, pero el retablo había salido ya en dirección a Francia. Encontrarlo en los almacenes del Gobierno de Vichy no fue difícil, pero uno de sus generales, Goering, rival de Hitler en los saqueos de obras de arte, se le adelantó. Robaron la obra maestra de Van Eyck de un castillo en el sur de Francia y lo trasladaron a París. Allí se perdió su rastro.

Cuando las tropas aliadas entraron en Berlín comenzaron la búsqueda de los tesoros robados. Una pista les condujo hasta un especialista en escultura francesa, Hermann Bunjes, asesor artístico de Rosenberg, jefe de la ERR, la división nazi dedicada al saqueo de obras de arte. Bunjes reveló los lugares donde se escondían las obras robadas. El mayor alijo se encontraba en una mina de sal abandonada en los Alpes austriacos. Eran 12.000 piezas: obras de Miguel Ángel, Rafael, Vermeer, Rembrandt, Tiziano, Veronés y Van Eyck. Las custodiaba un nazi despiadado, August Eigruber. Tenía la orden de impedir que el botín del depósito de Altaussee fuera capturado y a punto estuvo de hacerlo volar por los aires. La restitución del cordero, dirigida por el general Eisenhower, a Bélgica fue épica. Los belgas lo recibieron como a un héroe nacional.

Noah Charney no despeja en su libro la incógnita de si el retablo vuelve a estar completo. "Durante seis siglos e incontables crímenes, la obra maestra de Jan van Eyck ha sobrevivido. Hoy tiene 11 de sus 12 paneles. Ha sido limpiado y analizado por el Instituto de Conservación Getty y el Gobierno flamenco. Se cree que uno de los paneles del retablo, el de los Jueces justos, robado en 1934 y que nunca se encontró, podría haber sido subrepticiamente reinstalado en la obra. Recientes análisis han probado, como pensábamos, que es una copia moderna pintada en 1940 para reemplazar el panel robado. Pero es cuestión de tiempo que se encuentre un día el original".
Nuevas teorías sobre un icono del siglo XX
Un enigma cinematográfico tras el 'Guernica' de Picasso
Una investigación del director de fotografía José Luis Alcaine fija en 'Adiós a las armas', de Frank Borzage, la inspiración de la composición del cuadro


Pablo Picasso no pasaba por su mejor momento cuando pintó en mayo de 1937 el Guernica. La Guerra Civil destruía España y la II Guerra Mundial estaba a las puertas de asolar Europa. La insistencia del Gobierno de Negrín le empujó a aceptar el encargo para el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París. "Si tenemos a Picasso en cuerpo y alma, el impacto será mayor que una batalla ganada en el frente a los fascistas", le atribuyen al último presidente de la República. No se equivocó, el impacto del lienzo de 349,3 por 776,6 centímetros fue enorme. Aún hoy, cuando se cumplen tres décadas de su llegada a España el 10 de septiembre de 1981, sigue incrustado en la retina de nuestro tiempo.

La secuencia narra el éxodo de civiles por una carretera bombardeada

Pero el Guernica y su simbología, sobre la que el pintor jamás quiso pronunciarse, siguen despertando preguntas, elucubraciones e investigaciones. La última, la del director de fotografía español José Luis Alcaine, que el próximo 4 de octubre recibirá la Medalla de Oro de la Academia de Cine precisamente en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde el cuadro se expone desde 1992.

Alcaine, un maestro de la luz que ha trabajado en películas como La piel que habito, de Pedro Almodóvar, o El sur, de Víctor Erice, cree que la principal inspiración de Picasso fue, precisamente, el cine. En concreto, una secuencia de poco más de cinco minutos de la película Adiós a las armas, de Frank Borzage, drama antibelicista inspirado en la novela de Ernest Hemingway que se estrenó en París en 1933 y que, fotograma a fotograma, guarda sorprendente paralelismo con los personajes principales del cuadro. Ni Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya ni La matanza de los Santos Inocentes de Rubens. Alcaine se lanza a una fuente de inspiración tan popular como el mismo Hollywood en un gesto que, teniendo en cuenta la capacidad de amplificación de todo lo que rodea al Guernica, promete abrir un debate en el arte.

En un extenso artículo publicado en la revista especializada Cameraman, Alcaine revela los detalles de un estudio en el que trabaja desde hace meses. La secuencia, en blanco y negro, narra el éxodo nocturno de militares y civiles por una carretera que bombardean unos aviones. "Yo había visto Adiós a las armas a finales de los años sesenta, en el cineclub de TV2. Pero fue años después, cuando volví a verla en vídeo en mi casa y salté ante la secuencia de la carretera: ¡era el Guernica!", explica. A primera vista, tres son las imágenes que nos llevan al cuadro: la mano blanca de dedos gruesos moribunda en el barro, los caballos desbocados y la mujer clamando al cielo.

"Empecé a darle vueltas entonces, era el año 2006. En 2007 rodé cinco películas y aparqué la idea. No tenía tiempo para nada. Pero desde entonces solo he trabajado en La piel que habito. Así, pude encontrar el momento para sacar la secuencia fotograma a fotograma y estudiarla". A la mano blanca y la mujer clamando al cielo se sumaba el marco vacío de una puerta, un carrito lleno de ocas blancas, las patas de los caballos, una madre agarrada a su hijo como una piedad, un hombre tendido en el barro con el brazo extendido y las llamas, arrinconadas a la izquierda de un fotograma de aire infernal.

Ya se había apuntado la influencia de El acorazado Potemkin (1925) en el cubismo de Picasso, pero no la de una película que en Europa fue mal recibida porque su protagonista, Gary Cooper, desertaba por amor y no por honor. En la novela, Hemingway dedica 80 páginas a la huida del personaje por carretera, y su deserción final no era por los brazos de una mujer sino por los horrores de la guerra. El escritor detestaba la película. "La secuencia de la carretera es extraña: tiene mucha influencia del cine soviético, con encadenados por todas partes. Es una película de Hollywood con un momento expresionista que nada tiene que ver con el resto del metraje".

Una visión fragmentada y violenta que acerca a esa especie de collage de personajes que es el Guernica. "Un collage que tiene mucho de montaje cinematográfico, de planos y primeros planos", apunta Alcaine.

En 1937, cuando Picasso pintó el mural, Adiós a las armas aún estaba en cartel. "El sistema de distribución de entonces hacía que las películas estuvieran hasta seis años en sala. Evidentemente, Picasso la había visto, no solo por su amistad con Hemingway -les presentó Gertrude Stein- sino porque entonces se iba muchísimo al cine, era el gran entretenimiento y también la manera de documentarse ante la realidad. Además, la película fue muy polémica en su día por el final feliz. No se la pudo perder".

Alcaine subraya que la secuencia ocurre por la noche, como el cuadro, mientras que el bombardeo de Guernica fue a pleno día. "Pero, además, el cuadro tiene un claro movimiento de derecha a izquierda, igual que los personajes de la película, siempre en el eje de derecha a izquierda". Esa carretera infernal que reproduce la película desprende el mismo infierno y el mismo movimiento. "Pero cuidado", puntualiza, "es en los personajes estáticos donde se ve la coincidencia. Es cuando se para la acción cuando reconocemos a los integrantes del cuadro".

Otro dato sorprendente es que los animales que aparecen en la secuencia de la carretera sean caballos y ocas. Ambos, presentes en el mural. Para el toro, el director de fotografía tiene su propia interpretación: "Esa figura me hizo saltar una noche de la cama y correr al ordenador, era el último cabo suelto de mi teoría. ¿A quién mira el toro? Nos mira a nosotros. Me desvelé. Puse a su lado Las Meninas y vi la misma mirada de Velázquez. El toro, como han apuntado algunos, jamás podría ser Franco. El toro es un animal noble y el propio Picasso ya se había representado alguna vez a sí mismo como ese animal. Él se pone en el mismo plano que Velázquez en Las Meninas, un cuadro, que como nos ocurre a todos los que estamos obsesionados con las imágenes, también le obsesionaba". Alcaine se ríe entonces al escuchar su entusiasmo y resume su descubrimiento con un dicho italiano: "Se non è vero, è ben trovato". Si no es cierto, está bien visto.
Antonio López, el pintor español vivo más cotizado
'Madrid desde Torres Blancas', de Antonio López, se ha subastado en Christie's por 1,74 millones de euros

El cuadro Madrid desde Torres Blancas, una impresionante vista urbana de la capital española, se subastó ayer en Christie's por 1,38 millones de libras (1,74 millones de euros), lo que convierte a su autor, Antonio López, en el pintor español vivo más cotizado.

El cuadro, que el artista pintó entre 1976 y 1982, era la única de sus grandes obras que no había salido a subasta, y tenía un precio estimado, que no llegó a alcanzar, de entre 1,5 y 2 millones de libras (1,9-2,5 millones de euros).

Con la subasta de ayer, Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) no sólo consigue un récord personal, sino que se convierte en el pintor español vivo más caro del mercado, por delante del mallorquín Miquel Barceló (1957) y el catalán Antoni Tàpies (1923). Hasta ahora, ese privilegio lo disfrutaba Barceló, cuya obra Rosa blanca adjudicó en el 2007 por 820.800 libras (1.038.461 euros).

El cuadro más caro vendido hasta ahora de López era Academia, que recaudó 344.250 euros en una subasta de Christie's en Madrid en el 2004.

Los secretos del lienzo

Madrid desde Torres Blancas, que pertenecía a un coleccionista privado, es un óleo sobre tabla de 145 por 244 centímetros, que se considera una de las vistas urbanas de Madrid más importantes del artista manchego.

En la presentación de la obra el pasado abril en la capital española, Christie's reveló varios "secretos" sobre la misma. Hacia la mitad del lienzo se pueden apreciar las fechas "21 de abril, 21 de mayo, 21 de junio, 21 de julio y 21 de agosto", presumiblemente los días en que López pintó la misma escena.

Parece claro, señalaron los expertos, que la luz del atardecer a las 21:40 horas en Madrid que marca el reloj del edificio de la izquierda sólo se puede ver en el mes de junio, mientras que la ausencia de tráfico en la avenida de América a esa hora indica que cuando lo pintó era el mes de agosto.

En la tabla se ven también distintos orificios en los que probablemente López pinchaba, por ejemplo, bocetos, así como cuentas a lápiz como una en la que divide 475 entre 16, o las palabras "casi negro" en las ventanas de la derecha o "un pelín" en la carretera.

Madrid desde Torres Blancas" es una de las muestras más importantes del realismo del artista, pero hay también muchos trazos abstractos que se aprecian en las azoteas, fragmentos de edificios o ventanas, indicaron los especialistas.

En la subasta de ayer, dedicada al arte de posguerra y contemporáneo internacional, se han ofrecido también obras de otros artistas españoles, como Tàpies, Barceló y Chillida.

jueves, 3 de noviembre de 2011

CONTENIDOS  DE LA ASIGNATURA.

 
1. El arte clásico: Grecia. La arquitectura: los órdenes. Tipologías: el templo y el teatro. La Acrópolis de Atenas. La evolución de la escultura griega: El arcaísmo. Los escultores clásicos. La escultura helenística (Laoconte y sus hijos, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia). 

2. El arte clásico: Roma. Arquitectura religiosa y civil. La escultura: el retrato y el relieve histórico. Principales manifestaciones en la Hispania Romana y en Castilla y León: arquitectura pública (el teatro de Mérida, el acueducto de Segovia) y privada (villa romana de la Olmeda) 

3. El arte paleocristiano: la basílica. Los orígenes de la iconografía cristiana. El arte bizantino: Santa Sofía de Constantinopla y San Vital de Rávena. 

4. El arte hispánico entre los siglos VII y X. Arte visigodo. Arte asturiano. Arte mozárabe.Principales manifestaciones en Castilla y León. 

5. El arte románico: características generales. Arquitectura en el Camino de Santiago (San Martín de Frómista y Santiago de Compostela). Escultura monumental: portadas y claustros (San Isidoro de León. El Pórtico de la Gloria. Santo Domingo de Silos). Pintura mural (Tahull. Panteón Real de San Isidoro de León. Santa Cruz de Maderuelo). 

6. El arte gótico: características generales. La catedral y los edificios civiles. Las catedrales españolas (Burgos, Toledo y León). 

7. El arte gótico: características generales de la escultura y la pintura. Las portadas (León y Burgos). La pintura: Giotto y los primitivos flamencos (Van Eyck y Van der Weyden). 

8. El arte hispanomusulmán: características generales. La mezquita y el palacio. El arte mudéjar en Castilla y León. 

9. El Quattrocento. Arquitectura (Brunelleschi y Alberti). Escultura (Donatello). Pintura (Masaccio, Fra Angelico y Botticelli). 

10. El Cinquecento. Arquitectura (Bramante, Miguel Ángel y Palladio). Escultura (Miguel Ángel). Pintura (Leonardo, Miguel Ángel, Rafael y Tiziano). 

11. El arte del Renacimiento en España. Arquitectura (el Plateresco, el Purismo y el estilo escurialense). Escultura en Castilla y León (Alonso Berruguete y Juan de Juni). Pintura (El Greco). 

12. El arte Barroco. La arquitectura barroca italiana (G. L. Bernini y F. Borromini). El palacio del poder (Versalles). Escultura (G. L. Bernini). 

13. La pintura barroca. Italia (Caravaggio). Los Países Bajos (Rubens y Rembrandt). 

14. El arte Barroco en España. Arquitectura y urbanismo (la iglesia, el palacio, la plaza mayor). Escultura: Las escuelas castellana y andaluza (Gregorio Fernández y Martínez Montañés). 

15. La pintura barroca española. Principales escuelas (Ribera, Zurbarán y Murillo). Velázquez. 

16. Las artes europeas a finales del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX. El neoclasicismo en arquitectura (Juan de Villanueva). Goya. 

17. Arquitectura y urbanismo de la segunda mitad del siglo XIX. Eclecticismo. La arquitectura del hierro. La escuela de Chicago. El Modernismo (Gaudí). 

18. Las artes figurativas de la segunda mitad del siglo XIX. La pintura impresionista (E. Manet, C. Monet, A. Renoir). Los pintores post-impresionistas (V. van Gogh y P. Cezànne). La escultura (A. Rodin).

19. La arquitectura del siglo XX. Funcionalismo (la Bauhaus. Le Corbusier). Estilo Internacional (Mies van der Rohe). Organicismo (F.L. Wright). Características generales del Movimiento Postmoderno y de la arquitectura High Tech. 

20. Las vanguardias históricas. Fauvismo(H. Matisse). Cubismo (J. Gris). Futurismo (U. Boccioni). Expresionismo (E. Munch). Los inicios de la abstracción (Kandinsky). Dadá y Surrealismo (R. Magritte). 

21. El Arte Contemporáneo en España. Pintura (Picasso, Miró y Dalí). Escultura (Gargallo y Chillida). 

22. El expresionismo abstracto (J. Pollock). El informalismo (M. Millares). El minimal art (R. Morris). Las tendencias neofigurativas:el pop-art (A. Warhol). El hiperrealismo (Antonio López). El panorama artístico actual en Castilla y León. 

23. Nuevos sistemas visuales: fotografía, cine, cartelismo. La adaptación de las nuevas tecnologías a la creación artística.