Trabajo realizado por Anna Laso Pereda.
Este particular batallón de mil figuras de hojalata
hecho a partir de residuos es denominado Trash People (Gente Basura) y
es obra del artista
alemán Hans-Jürgen Schult, que a principios de los años sesenta
comenzó a preocuparse por el medio ambiente y a reflejarlo en el arte. Exposiciones fotográficas, esculturas
ambulantes, performances, arte que interacciona con la naturaleza… ¿Qué
artista no quiere causar un impacto? En este caso, pretenden concienciar acerca
de la necesidad de cuidar el Planeta, criticar la cultura consumista y promover
la reflexión sobre una sociedad que genera cantidades ingentes de residuos cada
día.
Un autobús-jardín en mitad de un vertedero; un muro de
basura en una playa; un río de periódicos cubriendo una calle en una gran
ciudad, o una instalación natural en pleno bosque en la que el creador vivió
durante meses. Son algunos ejemplos de arte con mensaje ambiental. De artistas
que, a partir de sus manifestaciones, pretenden remover conciencias. Y, aunque
reconocen que la preocupación por el medio ambiente se refleja desde hace unos
años, hay quien considera que tal vez nunca lo hará de forma suficiente, debido
a las dimensiones del problema: el ser humano ha causado tal impacto en el
Planeta que este está dando señales de que es posible que ya no tenga futuro
tal y como lo conocemos. Esta corriente procura reflejarlo, convencidos los
creadores de que, si bien el arte quizás no pueda cambiar el mundo, sí puede
intentarlo.
El artista, está convencido de que el arte ambiental es el
arte del futuro. “Producimos basura y nos convertimos en basura”. Su Trash
people ha cumplido ya 13 años. Hecha a base de elementos reutilizados, como
latas de refrescos, cables o material electrónico, el paso del tiempo no la ha
desgastado. Los soldados de 1,80 metros que componen este ejército de hojalata
siguen como el primer día, recorriendo el mundo para advertir de que el ser
humano deja huella en el Planeta. Pero esta no es, la única acción que ha llevado a cabo el
creador. Fue arrestado por cubrir con desechos una calle de Múnich; hizo que un avión se estrellara contra un
vertedero en Nueva York; una calle de
Washington se convirtió en un río de 600
millones de periódicos. HA Schult asegura que su arte se dirige a todo aquel
preocupado por el medio ambiente y que es financiado por compañías también
involucradas en la ecología. Pretendo mover conciencias e intentar fomentar el cambio porque, de lo
contrario, acabaremos enterrados en basura
Igual de entusiasta se muestra Irene Sanfiel, Zireja, tinerfeña que siempre ha querido dedicarse al arte. La joven acaba de ser galardonada por la Agencia Europea de Medio Ambiente por una de sus
fotografías, Waste Coast. Estaba de vacaciones en Fuerteventura y le
llamó la atención la presencia de una gran estructura metálica, de escombros,
en una playa. Pretendo reflejar las
consecuencias del consumo masivo sobre el medio ambiente… mover conciencias. Y
matiza que esa transformación tiene que comenzar por el propio individuo, por
pequeñas acciones que modifiquen sus hábitos.
Vivió un año en Ghana . Allí estuvo
trabajando con artistas plásticos y músicos en torno a este tema. La relación del ser humano con la
basura, algo que ha plasmado en una serie de fotografías en los centros de gestión
de residuos de Tenerife. La artista lamenta que en España no esté “más
desarrollado” el arte ambiental.
'Eres lo que tiras', Basurama en el
Festival Internacional de Benicassim, en 2007.
Basurama, es un grupo de siete personas que emprenden proyectos que tienen algo en
común, la basura en sus distintas manifestaciones. “Como punto de partida para
pensar, para pensar la ciudad y también
como herramienta para transformarla”. El proyecto nació en el año 2000 en la
escuela de arquitectura de Madrid como un festival de reciclaje. Desde
entonces, han desarrollado más de 200 proyectos en más de 40 países. “Tenemos
diversas líneas de actuación, pero los desechos siempre están presentes en
ellas. Les damos una segunda vida, los dignificamos”. Ellos hacen “algo más que
arte con basura”, le dan utilidad a algo que la sociedad ha considerado inútil
y que intentan hacer visibles las consecuencias del consumo masivo. Como en
‘Eres lo que tiras’, que llevaron a cabo en 2007 en el Festival Internacional
de Benicassim, un muro de diez metros de ancho por cinco de alto fabricado a
partir de la basura del propio festival.
'Como un jardín en un pajar', Betsabeé Romero en Chimalhuacán, en 2008.
Betsabeé Romero, que también emplea material reutilizado, señala que
el arte lleva la ecología hacia lo simbólico y lo cultural. Trabajo en un sentido muy amplio el concepto
de reciclaje. No solo reciclo las llantas, cuya vida como basura es mucho más
larga que su vida útil, sino que he elegido trabajar con neumáticos porque es
el instrumento emblemático de la velocidad y modernidad industrial. Esta
artista mexicana ha presentado su obra en más de 30 exposiciones en Nueva York, Francia, España o Egipto. Un autobús escolar convertido en jardín que
instaló en Chimalhuacán, “Invitaba a los niños a subirse y se convirtió en el
único espacio verde de la zona”.
En un lugar totalmente distinto, en mitad de un bosque, Will Beckers, artista holandés instaló su Willowman
Project, este creador ideó un ambiente completamente natural, el
land art es una corriente consistente precisamente en esto, en crear arte
integrado en el paisaje. El reto consistía en ver la naturaleza de forma
completamente nueva para reencontrarse con la esencia. Pretendía generar una
reacción en el público, fomentar la sostenibilidad y la educación en
sostenibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario